Una dieta para la mujer embarazada

Es la etapa del embarazo donde la mujer sufre los mayores cambios a nivel anatómico y fisiológico, relacionados directamente con el desarrollo del feto.

Una dieta para la mujer embarazada

Una dieta para la mujer embarazada. La mujer, en esta fase del embarazo, sufre una gran cantidad de cambios anatómicos y fisiológicos, los cuales influyen directamente en el desarrollo del feto y evolución de la placenta .

¿Qué cambios se relacionan con el metabolismo?

  1. Aumento de su peso, ya que hay un crecimiento fetal, placenta y líquido amniótico. Además de una expansión del volumen sanguíneo, glándulas mamarias, útero y acumulación del tejido adiposo.
  2. Mayor acumulación de las grasas en el tronco y extremidades que posteriormente afectarán al desarrollo del feto y lactancia.
  3. Una resistencia a la insulina, hiperlipidemia y tendencia a desarrollar cetosis en fases prolongadas de ayuno.
  4. Un aumento del volumen plasmástico, hemodilución, aumento del gasto cardiaco y de su frecuencia cardiaca en reposo.
  5. Relajación de los ligamentos, asociado a un aumento de las lesiones durante la realización de un ejercicio físico.

La mujer, si prevé su embarazo deberá de eliminar todos sus hábitos tóxicos, como el tabaco o el alcohol; tener controlado el nivel de glucosa, sobre todo si es diabética, control sobre el exceso del peso, y llevar una dieta adecuada a esta fase o etapa del embarazo.

Actualmente, es recomendable para la mujer embarazada y el feto, llevar a cabo alguna actividad física controlada durante todo el periodo del embarazo, permitiéndonos poder controlar el peso y disminuir algunos dolores musculo-esqueléticos. Además, también se ha demostrado que puede disminuir el riesgo de diabetes gestacional y preeclampsia.

A nivel nutricional, las recomendaciones serían:

  • Beber unos 3 l de agua al día y aumentar a 3,8 l en la lactancia. Esta agua, incluye a los alimentos, que aproximadamente es un 20%, por lo que estaríamos hablando de unos 2,5 l y de 3 l respectivamente.
  • Una hidratación correcta antes y durante la actividad física, por ejemplo, 0,5 l más al día.
  • Aumento de la ingesta calórica, a nivel proteico, carbohidratos y grasas, en donde estas corresponderan a un 20-35% del total de la ingesta calórica. Muy recomendable el aporte de los omega-3.
  • Especial interés a la ingesta del ácido fólico y el hierro. Ácido fólico (al menos unos 400 mg/día) a todas las mujeres durante el embarazo para disminuir el riesgo de defectos en el cierre del tubo neural. La anemia por ausencia de hierro es muy común en mujeres, por lo que es muy importante que el nivel de hierro sea el correcto.
  • No suplementarse si no está prescrito por su médico. Por ejemplo, altas dosis de Vit. A y D, pueden producir malformaciones fetales.
Nutricionista en Toledo, Jose Rodríguez (dietista)